Voy a dar un salto en el tiempo. Si fuera en orden os tendría que hablar de Perú, que fue nuestro primer destino en la búsqueda de un lugar para vivir en América. Pero no va a ser así.

Hoy os voy a contar sobre lo que estamos viviendo aquí y ahora.
Bueno, ya sabéis, y sino, ahora lo vais a saber, que queremos montar un espacio para hacer viajes-retiro. Nuestro sueño, a día de hoy, es crear ese espacio donde vengas a conectar con la naturaleza, y con tú naturaleza, vamos, por el mismo proceso que he pasado yo desde bien jovencita, y con mucha más fuerza en estos últimos años.
Resulta que Manu se quedó sin trabajo en enero, viendo como estaba el mundo, decidimos quedarnos en Costa Rica para ver qué y cómo lo íbamos a hacer. Además, estábamos y estamos detrás de un terreno desde hace más de 6 meses, a día de hoy, 14 de abril, seguimos con las negociaciones y esperamos esta semana tener la respuesta.
Si compramos el terreno, vamos a necesitar dinerito para poder mantenernos durante la construcción, así que Manu volvió a contactar con sus compañeros buzos para ver si había alguna posibilidad. ¡Y llegó!
¿Y qué creéis que llegó?
Un trabajo en una Oysters Farm en Dubbai, si, Dubbai. Lo sé, es como irse de la selva en taparrabos a vestir un Gucci.
Sinceramente, siempre hemos sido personas conectadas con la naturaleza y lo natural. Pero es verdad que desde que vivimos en Costa Rica todo se ha multiplicado por mil. Nuestra conexión con ella, nuestra conexión con ella dentro de nosotros, la ancestralidad, la manera en la que vemos la educación, conectar con lo sencillo, conectar con el poder de los pensamientos y de las palabras, de nuestros actos, nuestra coherencia, imaginaros, vivimos en un pueblecito pequeño, en plena selva y costa del pacífico, donde sinceramente, hay poco que hacer en cuanto al materialismos. Nuestro día a día es entre playas, montañas y ríos, y sinceramente nos apasiona y viviríamos así el resto de nuestra vida. Pero ahora, ahora viene poner en práctica toda esta conexión, ver que pasa si no compramos el terreno, ¿entonces qué? ¿hacemos la maleta para siempre o sólo para una temporada? Todo esto decidido en menos de un mes, Manu se va el 12 de mayo para Dubbai. Explicárselo a Sira, acompañarla en el proceso, estar en el presente, vivirlo con alegría, no estresarse, esto está siento el auténtico juego para mi. Y lo que me apetecía compartirte era lo que me está ayudando, por si te sirve en tu día a día.
Me sirve agradecer cada día esta oportunidad de haber vivido en este maravilloso lugar, Uvita, en el lado del pacífico de Costa Rica.
Me sirve agradecer por todas las personas que hemos conocido.
Me sirve la danza.
Me sirve seguir una alimentación saludable, sin obsesiones, pero si basada en alimentos reales que hacen que mi mente y cuerpo esté sereno y despierto.
Me sirve meditar cada día, aunque sea mirando a las olas del mar, o los árboles, sin esperar nada.
Me sirve hacer ejercicio, caminar, intentar surfear.
Me sirve sentir el amor por mi familia.
Me sirve ver y valorar lo mucho que estoy creciendo.
Y sobretodo, me sirve confiar en lo más grande. En que hay un propósito que no alcanza mi entendimiento, y que si la vida viene así, solo hay que escucharla y dejarse descubrir para dar el siguiente paso.
Ojalá salga el terreno, ojalá vayamos ahora para volver, ojalá podáis venir a compartir nuestro sueño… Eso sí, son ojalás libres de apegos y llenos de aceptación. Sabiendo que lo que tenga que ser será para nuestro mejor bien, y esa confianza, sin estreses, sin agobios, sin sufrimiento, es el aprendizaje.
Seguirá…